Con motivo de Open Studio, el espacio de creación 35.000 jóvenes ha invitado a varios artistas de FASE a presentar sus trabajos en el contexto madrileño. La actividad está comisariada por Gisela Chillida y Elena Blesa y cuenta con las artistas Mercedes Pimiento, Pablo del Pozo y Milena Rossignoli.

La propuesta de estas tres artistas interroga las diversas implicaciones derivadas de un pequeño gesto de dislocación espacial -tanto a nivel físico como social-. De esta sutil aproximación al espacio, surge el interés por afectarlo, a modo de intervención site-specific, modificando la percepción que tenemos de este en su conjunto mediante las -casi- imperceptibles acciones de las artistas.

Mercedes Pimiento se inspira en el pasado reciente de la zona. Partiendo de un elemento industrial -una pieza de embalaje- genera un elemento ornamental que se mimetiza con el espacio a modo de moldura de pared. En este caso, el ornamento no pretende embellecer el espacio sino vincularlo con su propia historia.

Pablo del Pozo interviene el espacio de forma casi invisible, reinterpreta y desplaza el techo de su lugar de trabajo, ocupando todo el espacio expositivo. Con esta propuesta busca la extrañeza al introducir un material fundamental en su práctica artística actual pero totalmente ajeno a 35.000 jóvenes.

Milena Rossignoli trabaja con las medidas de FASE -su espacio de trabajo durante los últimos 6 meses- como materia prima o producto industrial. Su pieza es concebida como una propuesta reciclable y adaptable a cada espacio expositivo que la acoge.